¿Sumas o Multiplicas?
Lucas 19: 41,42. Los evangelios nos relatan dos momentos muy especiales en la vida del Señor Jesús en las que Él lloró. Uno es en Lucas 19, y otro en Juan 11, cuando el Señor lloró frente a la tumba de su amigo Lázaro. El Señor, aunque sabía que Lázaro iba a resucitar, fue impactado profundamente y lloró. Fue un momento en el que se hizo evidente una gran verdad: Él ama entrañablemente a las personas, desde el más joven, hasta los más mayores, Él nos ama a todos. Somos importantes para Él, le preocupamos a Él.
En Lucas 19:41, 42 dice: "Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos." Usemos nuestra imaginación para ver la escena: La ciudad de Jerusalén (algunos la llaman "La ciudad de oro", porque el sol se refleja en sus fachadas de piedra y parecen de oro). El Señor miró la ciudad, venía llegando y cuando la vio lloró. Este fue un llanto especial, fue un "llanto de Dios". Dios hecho hombre estaba llorando por una ciudad, estaba llorando por las multitudes porque Él ama también a las multitudes.
En la obra del Señor podemos sumar o podemos multiplicar. Algunos creyentes (9 de cada 10), no hacen ni lo uno ni lo otro, ni suman ni multiplican. No están añadiendo al Reino. Algunos creyentes activos (1 de cada 10), están sumando o multiplicando. ¿Cuál de los tres somos?
¿Son importantes para el Señor las multitudes? Sí. Lo sabemos porque Él les dedicó tiempo, porque atendió las multitudes, predicó a miles, sanó a miles, etc.
El Señor quiere sensibilizarnos frente a la necesidad de las multitudes y los individuos, de salvación, sanidad, liberación, etc.
Oremos por obreros para la mies, y seamos obreros para la mies: "Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos." (Mateo 9:36-37)
Lee y Medita: Lucas 19:41,42; Mateo 9:36,37. Responde las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la idea central de los pasajes?
- ¿Qué me enseñan acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Hay un mandato o promesa para mí?
- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?
- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?
- ¿Hay ejemplos que debo seguir?
- ¿Cuál es la idea central de los pasajes?
ResponderBorrarLucas 19:41, 42: Cuando el Señor vio la ciudad, lloró porque ellos no entendían que el único que les podía traer verdadera paz era Él.
- ¿Qué me enseñan acerca de Dios y mi relación con Él?
Lucas 19:41, 42: Necesito conocer al Señor y cultivar mi relación personal co Él.
- ¿Hay un mandato o promesa para mí?
Si pedimos obreros para recoger la cosecha Él los enviará.
- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?
No obedecer la orden del Señor de ir a recoger la cosecha sería pecado.
- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?
El de ser un obreros diligente llevando el evangelio y haciendo discípulos para Él.
- ¿Hay ejemplos que debo seguir? Él ejemplo del Señor que vino a "buscar y salvar lo que se había perdido