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lunes, 15 de septiembre de 2025

Devocional septiembre 15/2025

Esta semana inicamos un gran aventura, que será de mucho aprendizaje y crecimiento en nuestra vida espiritual. Iniciamos la lectura y meditación devocional diaria del evangelio de Marcos capítulo uno versículos uno al trece, preprándonos para el estudio bíblico de la próxima semana, que desarrollaremos en nuestras Células de Crecimiento y el sermón del próximo domingo.

"Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas" (Marcos 1:1-3). Cada gran historia tiene un principio, y Marcos nos lleva al principio del evangelio. La antigua palabra Griega para evangelio significa “buenas noticias,” así que este libro narra las buenas noticias de Jesucristo, Hijo de Dios. Cada palabra en la descripción de Jesús que hace Marcos  es importante. Primero, estas son las buenas noticias de Jesús, una persona genuina, histórica, que caminó en esta tierra como cualquier otro hombre. Son las buenas nuevas de Cristo (significa “Mesías”), el Salvador prometido, ungido, de los hombres. Y estas son las buenas nuevas de el Hijo de Dios, y un Hijo en más que un sentido del que pensamos en cuanto a que todos los hombres vienen de Dios. Jesús es el único Hijo de Dios, quien también es Dios, el Hijo. 

Lo primero que Marcos dice sobre el ministerio de Juan el Bautista es que estaba profetizado en el Antiguo Testamento (Malaquías 3:1 e Isaías 40:3). Aquellos pasajes predijeron al precursor que prepararía el camino del Señor, este precursor, el cual Dios llamaría "mi mensajero". La expresión "Mi mensajero" es importante porque esta es la primera voz profética auténtica para Israel (con la pequeña excepción de Ana y Simeón en Lucas 2) por 300 años. Si nos preguntamos qué  quiso decir Marcos cuando él llamó a Jesús el Hijo de Dios, aquí lo clarifica. Marcos dice que el ministerio de Juan el Bautista era para preparar el camino del Señor, y él preparó el camino de Jesús. En la mente de Marcos, Jesús es el Señor. "Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas": El pasaje que Marcos citó (Isaías 40:3) habla de la construcción de un gran camino para la llegada de un rey majestuoso. Jesús es el Mesías y Rey que vino, y Juan el Bautista era aquel que clama en el desierto. A través de su mensaje de arrepentimiento, él trabajó para preparar el camino del Señor. Muy a menudo erramos en apreciar qué tan importante es la obra de preparación del Señor. Cualquier gran obra de Dios comienza con una gran preparación. Juan, maravillosamente, cumplió este importante ministerio. “Juan era la excavadora de Dios para construir esa carretera.” (Steadman).

Leer y meditar:  Marcos 1:1-3; Malaquías 3:1 e Isaías 40:3). Responda las siguientes preguntas:

-¿Cuál es la idea central del pasaje?

-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Existe un mandato o promesa para mí?

-¿Hay pecados que tengo que abandonar?



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