Páginas

jueves, 18 de septiembre de 2025

Devocional septiembre 18/2025

 Nuestro apasionante viaje por el evangelio de Marcos sigue hoy por los versículos 9 al 11 del capítulo 1: "Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." El Señor Jesús no fue bautizado porque Él necesitara ser limpiado del pecado; Él no tenía pecado, como Juan mismo lo entendía (Mateo 3:14). Fue bautizado para cumplir con toda Su misión en la tierra: para hacer la voluntad del Padre, y para identificarse con el hombre pecador. Cuando esta voz de Dios el Padre habló desde el cielo, todos supieron que Jesús no era únicamente otro hombre que estaba siendo bautizado. Ellos supieron que Jesús es el perfecto (en ti tengo complacencia) Hijo de Dios. Los cielos se abrieron ampliamente y todos supieron que Jesús es diferente. La antigua frase Griega para esto tiene una fuerte connotación. Tiene la idea de que el cielo fue rasgado en dos, “el ser separado, un evento repentino.” (Bruce)

El Espíritu de Dios estaba presente, y en alguna manera Su presencia era discernible. Lucas 3:22 lo dice de esta manera: "y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma." De alguna manera, el Espíritu estaba presente y “descendió” sobre Jesús como paloma. 

Leer y meditar:  Marcos 1:9-11. Responda las siguientes preguntas:

-¿Cuál es la idea central del pasaje?

-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Existe un mandato o promesa para mí?

-¿Hay pecados que tengo que abandonar?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario