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jueves, 9 de octubre de 2025

Devocional octubre 9/2025

 Hoy nuestra lectura y meditación devocional es en Marcos 3:20-30: "Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan. Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí. Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios. Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin. Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa. De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo." La gran multitud oprimía tanto sobre el Señor Jesús y sus discípulos que ellos no tenían tiempo o lugar para comer. Constantemente enfrentó el rechazo de los líderes políticos y religiosos de sus días, y de alguna manera su odio tenía sentido – Él en realidad amenazaba su status quo. Sin duda, era mucho más doloroso y desafiante para Jesús el tratar con los suyos, los cuales le rechazaban. No es fácil ser profundamente malinterpretado mientras intentas caminar con Dios. “Cuando el Señor dijo que los enemigos del hombre serán los de su misma casa’ (vea Mateo 10:36), Él también pudo haber hablado de una experiencia amarga.” (Cole).

Entendemos cuál es la blasfemia del Espíritu Santo al entender primeramente de qué se trata el ministerio del Espíritu Santo. En cuanto al ministerio del Espíritu Santo,  el Señor Jesús dijo: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio" (Juan 16:8), y que "él dará testimonio acerca de mi" (Juan 15:26). Por lo tanto, cuando persistentemente rechazamos la obra que el Espíritu Santo quiere hacer en nosotros, y cuando tenemos un rechazo continuo, establecido, de lo que Él quiere decirnos acerca de Jesús, entonces estamos blasfemando en contra del Espíritu Santo. La blasfemia del Espíritu Santo nunca será perdonada – no porque sea un pecado “muy grande” para que Dios lo pueda perdonar, sino porque es una actitud del corazón al cual no le importa nada del perdón de Dios. Nunca tiene perdón porque nunca quiere el perdón a la manera de Dios. (Enduring Word).

Lucas 11:14 nos dice que esta acusación se suscitó en respuesta a una liberación demoniaca dramática. Los líderes religiosos atribuyeron la obra del Señor Jesús a Satanás (Beelzebú). 

“Estas palabras nunca fueron intencionadas para atormentar a las almas que honestamente desean el conocer a Cristo, pero estas palabras están como un faro luminoso que advierte sobre el peligro de persistir en el rechazo del testimonio del Espíritu acerca de Cristo, hasta que la mente cauterizada ya no responda al mensaje del evangelio.” (Ironside).

Leer y meditar:  Marcos 3:20-30.  Responda las siguientes preguntas:

-¿Cuál es la idea central del pasaje?

-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Existe un mandato o promesa para mí?

-¿Hay pecados que tengo que abandonar?

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