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lunes, 24 de noviembre de 2025

Devocional noviembre 24/2025

En el capítulo 10 del evangelio de Marcos versículos 1 al 12, encontramos la respuesta del Señor, primero a los fariseos y luego a los discípulos, sobre el tema controversial del divorcio.

"Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. 2Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer. 3Él, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 4Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla. 5Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; 6pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. 7Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 8y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. 9Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 10En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, 11y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; 12y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio."

El divorcio era un tema controversial en los días del Señor Jesús, con dos corrientes de pensamiento centradas alrededor de sus dos famosos autores. La primera era la corriente del Rabino Hillel (un punto de vista indulgente y popular), y la corriente del Rabino Shammai (un punto de vista estricto y poco popular). Marcos especifica que le preguntaron al Señor "para tentarle". Los Fariseos intentaron atraparlo para que hablara en contra de Moisés o de la manera de pensar popular. El Señor enfatizó el corazón del asunto en Deuteronomio 24:1: Moisés no mandó el divorcio; lo permitió. La ley de Moisés de permitir el divorcio fue una concesión por la dureza del corazón. Nunca fue ordenado por Dios, pero fue permitido debido a la dureza de la parte ofensora (la crueldad de su infidelidad hacia su cónyuge). También era permitido debido a la dureza de la parte ofendida (al no ser capaz de perdonar y restaurar la relación dañada). La ley de Deuteronomio 24:1 fue dada en realidad como una protección hacia la esposa divorciada. “Moisés permitió el divorcio dando un certificado de divorcio hacia la esposa . . . Su función primordial era el proveer un grado de protección para la mujer que había sido repudiada por su esposo.” (Lane).

El verdadero propósito de Dios para el matrimonio no se cumple en el divorcio, sino solamente al ver el plan original de Dios para el matrimonio. Al decir, “los hizo Dios,” el Señor Jesús afirmó la autoridad de Dios sobre el matrimonio; es una institución de Dios, no del hombre, así que Sus reglas son las que se aplican.

Leer y meditar:  Marcos 10:1-12. Responda las siguientes preguntas:

-¿Cuál es la idea central del pasaje?

-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Existe un mandato o promesa para mí?

-¿Hay pecados que tengo que abandonar?

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