Páginas

sábado, 30 de agosto de 2025

Devocional agosto 30/2025

 


Tener en nuestra vida las prioridades correctas implica entregarnos al Señor viviendo para Sus propósitos, como lo dice Romanos 12:1: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional". Presentéis vuestros cuerpos significa que Dios te quiere a ti, no solo tu trabajo. Puedes hacer todo tipo de trabajo para Dios, pero nunca ofrecerte a ti mismo. Santo, agradable a Dios: Cuando ofrecemos nuestro cuerpo, Dios espera que sea un sacrificio santo y aceptable. El estándar para los sacrificios hechos a Dios bajo el Nuevo Pacto no es menos que el estándar del Antiguo Pacto. En el Antiguo Testamento, cada sacrificio debía ser santo y agradable a Dios, "macho sin defecto lo ofrecerá" (Levítico 1:10). "Consagrarás a Jehová tu Dios todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas" (Deuteronomio 15:19). Todo primogénito macho: Dios requería que los primogénitos varones fueran apartados para Él por al menos tres razones importantes. Primero, porque Israel era considerado el primogénito de Dios (Éxodo 4:22), y esto era un acto de honra hacia ese estatus especial. Segundo, porque se creía que el primogénito representaba lo mejor y, por tanto, lo mejor debía ser consagrado a Dios. Tercero, este acto les recordaba a todas las generaciones cómo Dios redimió a Israel, su primogénito. Consagrarás a Jehová significa ‘apartar para Jehová’: el primogénito debía ser consagrado a Dios y no debía ser utilizado como un animal doméstico común. "Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios" (Deuteronomio 15:21). (Enduring Word).

Leer y meditar: Deuteronomio 15:19-23. Responda las siguientes preguntas:

-¿Cuál es la idea central del pasaje?

-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Existe un mandato o promesa para mí?

-¿Hay pecados que tengo que abandonar?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario