El amor de Dios y su misericordia
Marcos 10:46-52
A veces perdemos la visión y terminamos como Bartimeo, mendigando. Los ciegos eran muy comunes en esa época, seguramente había ciegos de todas las condiciones sociales. Bartimeo era mendigo, él había oído de Jesús, de los milagros que realizaba, por eso cuando escuchó que Jesús estaba allí, cerca de él, comenzó a aclamar a Él, a pedirle misericordia. Misericordia es ser cordial con la miseria del otro. "Mira mi necesidad", "sé cordial con mi miseria". Necesitamos presentar al Señor nuestra miseria, nuestras necesidades. Cuando Bartimeo clamó al Señor encontró oposición, muchos se molestaron y lo mandaron a callar, pero él clamó "mucho más".
Necesitamos preguntarnos: ¿Cuál es nuestra necesidad? y ¿Qué hacemos cuando encontramos oposición?
Cuado escuchó el clamor de Bartimeo, el Señor Jesús se detuvo y lo mandó a llamar. Cuando hay alguien que clama a pesar de la oposición, Él se detiene y escucha. Los mismos que se oponían, tuvieron que llamarlo. En ese momento Bartimeo "arrojó la capa". La capa representa lo que necesito soltar porque me hace dependiente y me recuerda que soy mendigo y ciego. "La arrojó": Tomó una decisión de fe y acción.
De esta historia aprendemos 3 pasos para experimentar sanidad = 1. Levantarse, 2. Arrojar la capa, 3. Venir a Jesús.
Lee y Medita: Marcos 10:46-52. Responde las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la idea central del pasaje?
- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Hay un mandato o promesa para mí?
- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?
- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?
- ¿Hay ejemplos que debo seguir?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario