El nivel más severo de disciplina del Señor, lo describe Hebreos 12:6 así: “...y azota a todo aquel que recibe por hijo”.
Encontramos un ejemplo en 1 Corintios 11: 27-32: "De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo."
Pablo está advirtiendo a los cristianos corintios de tratar la Cena del Señor con reverencia, y de practicarla en un espíritu de auto-exanimación. Sin embargo, esto no está escrito con la mentalidad de excluirnos de la mesa, sino de prepararnos para recibir con el corazón correcto. Cuando nos arrepentimos, nuestro pecado debería llevarnos a nuestro Salvador, ¡no lejos de Él! No obstante, si un cristiano está en pecado, y tercamente sin arrepentirse, se está burlando de lo que el Señor Jesús hizo en la cruz para limpiarnos del pecado. Evidentemente, entre los corintios, algunos experimentaron enfermedad, e incluso otros habían muerto, como resultado de la disciplina de Dios.
Como se menciona en 1 Juan 5:16, hay pecado de muerte, y Ananías y Safira en Hechos 5:1-11 son ejemplo de esto. Un creyente puede pecar al punto que Dios decida que lo mejor es llevarlo a casa, probablemente porque de alguna manera ha comprometido su testimonio tan significativamente que debería ir a casa con Él.
Leer y meditar: 1 Juan 1:5-9. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
-¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
-¿Qué compromisos me pide Dios hacer?
-¿Existen ejemplos que debo seguir?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario