Cooperando con los propósitos de Dios
En nuestro devocional de ayer estudiamos sobre una maravillosa verdad bíblica: Es Dios quien da el crecimiento en Su obra. Esto dice en 1 Corintios 3:6: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” Y el versículo 9 dice: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.” Así que nosotros debemos plantar y regar, nosotros tenemos que cooperar con Él; nos da el privilegio, la bendición, la honra de cooperar con su obra. No somos dignos, no lo merecemos, es por su gracia que nos permite cooperar con Él. Durante toda la historia Dios lo ha hecho así, ha hecho su obra desde el principio trabajando a través de personas. Adán y Eva en el huerto: Los puso ahí para que guardaran el jardín, les permitió que cooperaran con Él guardando el jardín. También a Noe lo envió a hacer una tarea: Construir un arca para salvar a la humanidad y que fuera posible un nuevo comienzo. Una vez más, una persona cooperando con los propósitos de Dios. Otro ejemplo fue Abraham: Fue llamado para cooperar con sus propósitos siendo el padre de una nación, y esa nación debía luego darlo a conocer a todas las naciones. Una vez más, una persona cooperando con el propósito y con los planes del Señor. Recordemos a Jeremías, a Isaías, a Daniel, al rey David. Profetas, reyes, sacerdotes; personas cooperando con los propósitos de Dios. ¿Estamos cooperando con los propósitos de Dios?
Lee y Medita: 1 Corintios 3:5-9. Responde las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la idea central del pasaje?
- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Hay un mandato o promesa para mí?
- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?
- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?
- ¿Hay ejemplos que debo seguir?
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