Esta semana estaremos estudiando sobre la paciencia como una de las características del amor. “El Amor no se enoja fácilmente”, dice en 1 Corintios 13:5-NVI). Una de las características esenciales del amor es la paciencia, no enojarse fácilmente.
Thomas Jefferson dijo: "Cuando se enoje, cuente hasta 10 antes de hablar. Si está muy enojado, hasta 100."
Dios dijo a Caín: “¿Por qué estás tan enojado? …Tú puedes dominarlo” (Génesis 4:6,7) NVI. El Señor le advirtió oportunamente a Caín sobre lo peligroso que es no manejar adecuadamente el enojo. En su caso llegó al terrible extremo de asesinar a su hermano.
La ira de Caín, sin duda, tuvo sus raíces en el orgullo. No pudo soportar que la ofrenda de su hermano fuera aceptada delante de Dios y la de él no. La epidemia del pecado se estaba convirtiendo en algo peor. Caín cometió los pecados más sofisticados de orgullo espiritual e hipocresía. El Señor le advirtió a Caín: "Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante? Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?; pero si no lo haces, el pecado está a la puerta, acechando. Con todo, tú lo dominarás." Dios trató con Caín en términos de confrontación amorosa en lugar de con afirmación automática. Dios dejó claro que Caín era aceptado y que podía decidir hacer lo correcto. "Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?; pero si no lo haces, el pecado está a la puerta". Dios le advirtió a Caín sobre el poder destructivo del pecado (el enojo y sus causas y efectos). Caín podía resistir al pecado y encontrar la bendición, o podía ceder al pecado y ser devorado.
Debemos prevenir que el pecado nos domine, al permitirle al Espíritu Santo que nos controle en primer lugar. La paciencia es parte del fruto del Espíritu Santo en nosotros. Cuando vivimos llenos de Él desarrollamos y expresamos esta cualidad del carácter: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley" (Gálatas 5:22,23)
Leer y meditar: Génesis 4:1-7. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario