Bosquejo:
Cuando Josué ya era anciano pronunció su discurso final al pueblo de Israel. Su vida y liderazgo dejaron un legado poderoso (Josué 23:1-16). Descubramos algunos principios que debemos poner en práctica para que podamos también dejar un buen legado a las próximas generaciones:
V. 3: Necesitamos recordar y agradecer lo que el Señor ha hecho por nosotros.
V. 6: Esforzarnos en poner en práctica los principios de la Palabra del Señor.
V. 7: No mezclar la verdad de Dios con falsas creencias o prácticas contrarias a Su voluntad.
V. 8: Seguir al Señor (ser discípulos de Jesús).
V. 14: Reconocer que el Señor ha cumplido y siempre cumplirá sus promesas (hemos recibido de nuestro Padre el mejor legado).
V. 15: Ser conscientes de las graves consecuencias de no obedecer al Señor.
CONCLUSIÓN:
Josué en su último discurso le recordó al pueblo la fidelidad de Dios y les advirtió sobre las consecuencias que acarrearían si le eran infieles. Un buen legado de fe recuerda y advierte a las generaciones futuras: Un buen ejemplo con recompensas o un mal ejemplo con consecuencias.
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