Cuando Josué ya era anciano pronunció su discurso final al pueblo de Israel. Su vida y liderazgo dejaron un legado poderoso (Josué 23:1-16). Descubramos algunos principios que debemos poner en práctica para que podamos también dejar un buen legado a las próximas generaciones:
V. 3: "Vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones por vuestra causa; porque Jehová vuestro Dios es quien ha peleado por vosotros". Necesitamos recordar y agradecer lo que el Señor ha hecho por nosotros. Josué inició su discurso dando gloria a Dios. Aunque podría haber destacado fácilmente sus logros como líder militar, que eran impresionantes, su principal interés estaba en exaltar a Dios en lugar de hablar de sí mismo. Josué instó a los líderes de Israel a arraigar su fe y obediencia en las acciones concretas que Dios había hecho. Las grandes obras realizadas por Dios en favor de su pueblo demostraron que Él es digno de confianza y lealtad. Esta confianza no se basaba en filosofías, experiencias espirituales, emociones o sentimientos, sino en lo que Dios había hecho realmente en momentos y lugares específicos.
Necesitamos desarrollar la actitud de agradecimiento y decir como el salmista: "Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios." (Salmos 103:1-2).
Leer y meditar: Salmos 103:1-5. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
Con este pasaje he entendido que Dios es el que pelea por mí y me sostiene en cada etapa de la vida. Mi relación con Él debe estar marcada por la gratitud y la confianza, no por la autosuficiencia. El mandato es no olvidar ninguno de los beneficios de Dios y bendecir Su nombre en todo tiempo y la promesa es que Él perdona, sana, rescata, corona y sacia de bien. Así como Josué dejó un legado al pueblo, también yo estoy llamada a dejar huellas en las futuras generaciones
ResponderBorrarMaravilloso mensaje, honrando a nuestro Señor, contarle al mundo sus maravillosas obras. Como nos respalda en cada situación difícil, solo el nos da la verdadera paz qué sobrepasa todo entendimiento
ResponderBorrarBendecidas sean sus obras
ResponderBorrarGracias al Señor, he desarrollado una disciplina sencilla pero poderosa… no empiezo el día día agradecer al menos diez cosas diferentes. A veces son milagros grandes y aveces son detalles sencillos que Dios tiene con nosotros, pero el hecho de agradecer cambia nuestra mentalidad, nos aleja de la queja, del pesimismo, de la envidia… lo cambia todo. Alaba alma mía al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios!
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