Una de las definiciones que da la Real academia de la lengua española de la palabra legado es esta: "Aquello que se deja o se transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial (https://www.rae.es/drae2001/legado). Aquí usamos la expresión en el sentido de todo lo inmaterial, especialmente importante y trascendental, que pasamos a las siguientes generaciones.
Para dejar un buen legado a las próximas generaciones, necesitamos elegir el camino de la fidelidad y obediencia al Señor, y no, el camino de la infidelidad y desobediencia; como lo expresó Josué en su último discurso al pueblo de Israel, cuando ya era un anciano: »Por lo tanto, ahora entréguense al Señor y sírvanle con integridad y lealtad. Desháganse de los dioses que sus antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates y en Egipto y sirvan solo al Señor . Pero si les parece mal servir al Señor , elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor» (Josué 24:14-15). Josué eligió servir al Señor con toda su familia y lo declaro ante el pueblo de manera solemne. Así cumplió y trajo para él mismo, para su familia y la nación, gran bendición de parte del Señor.
El Señor nos da las dos opciones, como lo hizo con Israel: "Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. Ama al Señor tu Dios, obedécelo y aférrate a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en la tierra que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob." (Deuteronomio 30:19-20).
Leer y meditar: Deuteronomio 30:15-20. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
He comprendido que, el legado no se mide solo en bienes materiales, sino en la fe que transmitimos. La decisión de Josué sigue resonando hoy: “Yo y mi casa serviremos al Señor”. Cada día tenemos la oportunidad de elegir obedecer a Dios y así dejar un legado de bendición para nuestras familias y futuras generaciones. Elegir la vida es elegir a Cristo, porque en Él tenemos todo lo que necesitamos para permanecer firmes
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