Iniciamos la última semana de nuestra serie Familias Valientes, hablando de "La valentía de tener fe". La Biblia define en Hebreos 11:1 la fe de manera sencilla y profunda a la vez, como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Es tan importante que sencillamente sin ella la vida cristiana y nuestra relación con Dios no serían posibles. Por eso, tener fe es un desafío enorme, digno de valientes, pues implica todo un compromiso de vida. Así como nuestra vista física es el sentido que nos da evidencia del mundo material, la fe es el “sentido” que nos da evidencia del mundo espiritual invisible. La Biblia nunca recomienda un “salto ciego” de fe. Pero las verdades espirituales tienen que ser entendidas espiritualmente. “La fe va más allá de lo que aprendemos por medio de nuestros sentidos, y el autor está diciendo que tiene sus razones. Sus pruebas no son las de los sentidos, los cuales producen incertidumbre”. (Morris). “La vista física produce convicción o da evidencia de las cosas visibles; la fe es el órgano que permite a la gente ver el orden invisible”. (Bruce). Si tienes la sustancia ante ti, si puedes verla, ¿de qué sirve la fe? La fe se necesita para aquello que no podemos ver ni tocar. La fe no contradice la razón, a pesar de que puede ir más allá de la razón. Uno puede demostrar objetivamente que la Biblia es el libro más original jamás publicado y que ha impactado a la sociedad más que cualquier otro libro. Pero solo la fe puede probar que la Biblia es la Palabra de Dios. Por tanto, va más allá de la razón, pero no en contra de la razón. La fe no es una simple creencia o un entendimiento intelectual. Es la disposición a confiar, creer y aferrarse.
Leer y meditar: Hebreos 11:1-6. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario