En los versículos 10 al 20 de Marcos 4 encontramos la explicación del Señor de la parábola del sembrador: "Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. [11] Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; [12] para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. [13] Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? [14] El sembrador es el que siembra la palabra. [15] Y estos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. [16] Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; [17] pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. [18] Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, [19] pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. [20] Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno." (Marcos 4:10-20 RVR1960).
El Señor Jesús dijo que la palabra de Dios es como una semilla. Se planta en nuestros corazones y luego tiene el potencial de llevar fruto. Pero no toda semilla crece para ser una planta para lleva fruto. El tipo de suelo en la que cae hace la diferencia. La tendencia natural es que la audiencia critique al predicador. Pero aquí, Jesús, el predicador, critica a Su audiencia. El asunto es el cómo ellos escucharán, no que tan bien predica Él. Aquí aprendemos otra cosa: Es por medio de la predicación que la palabra es sembrada. Puedes estudiar la semilla, categorizar la semilla, analizar la semilla, o aún amar la semilla. Pero si no la siembras, nada crecerá. Pero si la semilla es la palabra, entonces cada predicador se debe asegurar de que use una buena semilla.
“Es una gran ofensa en contra de Dios el cambiar la semilla del Maestro, el mezclarla, o el sembrar una mala semilla en lugar de esta." (Clarke)
Algunas personas son como el suelo junto al camino. Este es un suelo difícil porque las personas caminan por éste todo el tiempo, y la pisotean para que sea un senda o camino. Las personas junto al camino son duras hacia la palabra de Dios, y no permiten ningún lugar para que la semilla de la palabra esté en sus vidas - ésta nunca entra.
"Hay algunos que escuchan la palabra, pero nunca meditan en ella, nunca la bajan a sus corazones, nunca la cubren en otras meditaciones." (Poole). En seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones: Es importante ver que Satanás no quiere que la palabra de Dios se arraigue en el corazón de la persona. Como un ave que se abalanza hacia abajo y arrebata la semilla, él quiere “remover” la semilla de la palabra de la “tierra” del corazón de la persona. Este es el resultado preferido de Satanás. Él quiere impedir que la palabra del Señor tome lugar en la vida de la persona, así ésta nunca llevará fruto para Dios.
"Los corazones duros deben de ser “arados” antes de que puedan recibir la semilla, y esto puede ser una experiencia dolorosa (Jeremías 4:3; Oseas 10:12)." (Wiersbe).
Los que fueron sembrados en pedregales, son los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración: Algunas personas son como el suelo que es pedregoso pero que está cubierto por una capa superficial de tierra. Éstos reciben la semilla de la palabra con un destello de entusiasmo, el cual se consume rápidamente. Cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan: Los oyentes que son como pedregales no son atacados directamente por Satanás, sino por la tribulación o persecución. Estos no tienen raíz: Algunos que profesan ser Cristianos no tienen raíz en si mismos. Sus raíces están en sus padres, o en sus amigos Cristianos, o en su pastor, o en su ambiente entusiasta. “Luego hay muchos más, cuya religión debe ser sostenida por medio de un ambiente entusiasta. Parece que fueron bautizados en agua hirviente; y a menos que la temperatura alrededor de ellos se mantenga en ese punto, éstos se desvanecen . . . la religión que nace de una mera emoción, morirá cuando la emoción termine." (Spurgeon).
Los que fueron sembrados entre espinos, son los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa: reciben la palabra pero permiten que los intereses y afanes de este mundo la ahoguen.
Los que fueron sembrados en buena tierra, son los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno: Algunas personas son como la buena tierra, y éstas reciben la palabra, y dan fruto, cumpliendo así el propósito de la semilla. Cuando la palabra es recibida de la manera correcta, algo sucede - se produce fruto.
Leer y meditar: Marcos 4:10-20. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
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