Devocional abril 1/2025

 El servicio: expresión del amor de Dios

Servicio: Una palabra poderosísima. Cuando el hijo de Salomón subió al trono era joven todavía y él quería consejo. Su papá había sido rey, y los ancianos que eran sabios le dijeron: “Si te pones al servicio del pueblo y lo tratas bien, el pueblo te servirá por siempre.” (2 Crónicas 10:7-TLA). Cuando uno llega a una posición de liderazgo donde sea, en la iglesia, en la empresa, en cualquier lugar; con aires de grandeza, sintiéndose superior a los demás, no ha entendido nada, no tiene idea de lo que es el liderazgo y la autoridad. Porque el que los diseñó, el Señor, dice que el liderazgo y la autoridad se tratan de servicio. No es importante la persona que tiene muchos que le sirven, sino aquel que sirve a muchos. 

Juan 13:12-17 dice: “Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.”

El Señor se había despojado de su manto. Esto es importante porque el manto en la cultura judía y la historia bíblica, se usaba sobre el resto de la ropa, e identificaba quién era la persona, su identidad y su posición. No era lo mismo el manto de una persona común, que por ejemplo, el de un sacerdote o alguien que tenía autoridad. Y el Señor Jesús tenía un manto muy especial. Pero para lavar los pies de los discípulos se despojó de su manto. Y eso tienes que hacer si estás dirigiendo una empresa, un equipo, un ministerio en la iglesia, o si eres papá en casa; tienes que "despojarte del manto" para servir como una expresión de amor, como lo hizo el Señor.

Lee y Medita: Juan 13:12-17. 

Responde las siguientes preguntas:

- ¿Cuál es la idea central del pasaje?

- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?