Erategias para manejar el enojo :
1. Rompe el círculo vicioso del enojo .
- Proverbios 29: 11: "El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega." Es la naturaleza del necio pensar que todos están interesados en sus sentimientos y que tiene la obligación de infligir todos sus sentimientos en los demás. Esta es una ofensa absurda para el respeto propio, la auto-restricción y la cortesía hacia los demás.
El sabio sabe que hay un momento y un lugar para ventilar los sentimientos, y que nunca debe imitar al necio al exponer todos sus sentimientos. "La sosiega": "El verbo (usado en el Salmo 89:9 del apaciguamiento de una tormenta) habla de superación de la ira, no simplemente controlarla." (Kidner)
- Proverbios 14: 29: "El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad." Existe una gran sabiduría en la capacidad de controlar nuestra respuesta en las situaciones provocadoras. Ser rápido a la ira trae muchos remordimientos. "Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad": La persona impulsiva y falta de control que reacciona rápidamente sin pensar, vive de una manera que exalta la necedad.
- Proverbios 25:28: "Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda." Hay muchos que tienen tan poco autocontrol que se puede decir que no tienen control sobre su propio espíritu. El mundo, la carne o el diablo gobiernan sobre tales personas, y no el espíritu de autocontrol que es parte del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Una ciudad destruida, una ciudad sin muros no tiene defensa y es vulnerable a todos los ataques. No tiene seguridad, estabilidad y no puede proteger nada realmente valioso. Esto muestra parte del terrible costo de no tener control sobre el espíritu propio. "Ciertamente, las victorias más nobles se ganan o pierden sobre nosotros mismos. El primer estallido de ira resultó en asesinato. La falta de vigilancia de un rey sobre su lujuria resultó en adulterio.” (Bridges)
Leer y meditar: Proverbios 29: 11; 14: 29; 25:28 . Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central de los pasajes?
-¿Qué me enseñan acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
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