El propósito principal de la fe es que agrademos al Señor. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Ésta es la fe básica que se requiere de cualquiera que busque a Dios. Uno debe creer que le hay, y que premia a los que le buscan. Debemos creer que Dios está ahí y que Él se revelará al corazón que lo busca. El autor de Hebreos no dice que es difícil agradar a Dios sin fe. Dice que es imposible. “Estos dos elementos parecen muy simples, pero, ay, ¡cuántos cristianos profesantes actúan como si Dios no viviera; y cuántos otros, a pesar de que lo buscan, no esperan de Él como Recompensador!” (Newell).
Jairo acudió al Señor para pedirle por su hijita enferma, con la certeza (fe) de que si el Señor ponía las manos sobre ella se salvaría y viviría: "Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies y le suplicó con insistencia: —Mi hijita se está muriendo. Ven, pon tus manos sobre ella para que se sane y viva." (Marcos 5:22-23). Cuando iban hacia su casa, le trajeron a Jairo la peor noticia: "Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?" (Marcos 5:35). Cuando pasamos por momentos como ese que vivió Jairo, nuestra fe nos puede fallar. Entonces necesitamos escuchar al Señor que nos dice: "... No temas, cree solamente" (Marcos 5:36).
Leer y meditar: Marcos 5:22-36. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
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