Este fin de semana te invitamos a repasar los devocionales de la semana, en el capítulo 11 del evangelio de Marcos.
sábado, 6 de diciembre de 2025
viernes, 5 de diciembre de 2025
Devocional diciembre 5/2025
El último párrafo Marcos 11 nos habla de la autoridad del Señor Jesús cuestionada por los sacerdotes, los escribas y los ancianos: "Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas? 29Jesús, respondiendo, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas. 30El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme. 31Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? 32¿Y si decimos, de los hombres…? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta. 33Así que, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas."
Los dirigentes religiosos de Israel habían fracasado en su misión de reconocer al Mesías. Todos ellos habían visto las credenciales del Señor Jesús, y hasta Nicodemo, un destacado miembro del Sanedrín, lo había reconocido en privado: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él" (Jn 3:2). Pero a pesar de todo esto, no habían querido reconocer la evidencia. A estos líderes judíos les había desagradado mucho las dos entradas previas que el Señor había hecho en la ciudad y en el templo, y no habían querido considerar que en los dos casos fue en cumplimiento de lo que las Escrituras decían que haría el Mesías cuando viniera. Su entrada triunfal en Jerusalén sentado sobre un pollino fue el cumplimiento de lo anunciado por el profeta Zacarías (Zac 9:9), y su visita al templo para limpiarlo se ajustaba perfectamente a las profecías de Malaquías (Mal 3:1-5). Y a todo esto, había que añadir los milagros que hacía, la autoridad de su enseñanza, su poder sobre los demonios, su propia vida libre de pecado, etc. A pesar de la claridad de las evidencias, el Sanedrín no quiso reconocerlo como el Mesías. En realidad, al ignorar y negar el valor de todas estas pruebas, estaban colocándose a sí mismos como una autoridad superior a la Palabra de Dios y al mismo Dios. El Señor pasó a poner en evidencia su falta de coherencia espiritual, para lo cual les hizo una pregunta acerca del bautismo de Juan.
Nosotros necesitamos reconocer al Señor como el Mesías, rindiéndole nuestras vidas, adorándolo y sirviéndole.
Leer y meditar: Marcos 11:27-33. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
jueves, 4 de diciembre de 2025
Devocional diciembre 4/2025
Hoy continuamos leyendo y meditando en Marcos capítulo 11, versículos 20-26: "Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 25Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas."
A lo largo del Antiguo Testamento, Dios se había referido a su pueblo Israel bajo el símil de una higuera. (Os 9:10) "Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres..." El profeta Jeremías tuvo una visión en la que vio dos cestos, uno lleno de higos buenos como brevas, y otro de higos malos que no se podían comer. Unos simbolizaban al pueblo de Judá que había sido deportado por Nabucodonosor a Babilonia pero que habían permanecido fieles a Dios, y los otros, al resto que había quedado en Jerusalén con el rey Sedequías, pero que se habían apartado de la voluntad de Dios (Jer 24:1-10, 29:17). De hecho, lo que el Señor Jesús hizo con la higuera del camino a Jerusalén era lo mismo que el profeta Jeremías había anunciado que Dios haría con su pueblo Israel: "Los cortaré del todo, dice Jehová. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos." (Jer 8:13).
Por lo tanto, la maldición de Jesús a la higuera, debemos entenderla como un símbolo del juicio de Dios contra su pueblo Israel. El pueblo de Israel tenía que estar vigilante y dar frutos en el tiempo de la visita de Dios. Pero también nosotros, la Iglesia, debemos tomar en serio esta advertencia. El Señor Jesucristo puede venir en cualquier momento, de una forma inesperada, y lo que él va a buscar es nuestro fruto.
Leer y meditar: Marcos 11:20-26. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
miércoles, 3 de diciembre de 2025
Devocional diciembre 3/2025
Cuando el Señor llegó al templo se enojó mucho por lo que encontró: "Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 16y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. 17Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 18Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. 19Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad." (Marcos 11:15-17).
Lo que vio le desagradó profundamente. El templo estaba lleno de animales y de comerciantes que explotaban a los adoradores que iban allí procedentes de todas las naciones. Pero lo que aun era peor que la suciedad y el mal olor que todos aquellos animales pudieran producir, era la suciedad moral y espiritual de la clase sacerdotal que dirigía el templo para su propio beneficio. Aparentemente todo funcionaba correctamente; las ceremonias, los sacrificios, la música... pero la realidad era totalmente diferente. Como el Señor ilustró por medio de la maldición de la higuera estéril, la abundancia de hojas sólo servía para esconder la falta de fruto. Por eso, todos aquellos peregrinos que llegaban a Jerusalén con la esperanza de encontrar verdadero alimento espiritual para sus vidas, se quedaban vacíos y se sentían víctimas de la explotación que los dirigentes espirituales llevaban a cabo en el nombre de Dios. Pero a los sacerdotes, nada de todo esto parecía importarles, lo único que les inquietaba eran los romanos, que habían colocado su cuartel justo al lado del mismo templo, y que además se llevaban una parte importante de sus beneficios. Pero a parte de esto, ellos se creían justos, y estaban esperando a que Dios enviara al Mesías para que acabara con sus enemigos.
Veamos lo que escribió Malaquías: "Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia? He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quien podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos." (Mal 2:17-3:4).
Leer y meditar: Marcos 11:15-17. Responda las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la idea central del pasaje?
-¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?
- ¿Existe un mandato o promesa para mí?
-¿Hay pecados que tengo que abandonar?
martes, 2 de diciembre de 2025
Devocional diciembre 2/2025
El Señor se acercó a una higuera, esperando encontrar fruto en ella porque tenía hambre: "Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos." (Marcos 11:12-14).
Cuándo el Señor busca en nosotros, ¿encuentra fruto? Recordemos lo que dice en Juan 15:1-5: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."
Para llevar fruto abundante y permanente para Él lo que necesitamos es "Permanecer en Él". Hemos aprendido que esto significa desarrollar y mantener una relación con el Señor de comunión e intimidad profundas. Una vida de oración consistente, estudio de Su Palabra, servicio en Su obra presentando el evangelio a quienes no lo conocen, haciendo discípulos, y sirviendo en la iglesia con los dones que Él nos ha dado. Significa ser como "árboles plantados junto a corrientes de agua": "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. 3Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará" (Salmos 1:2,3).
lunes, 1 de diciembre de 2025
Devocional diciembre 1/2025
Devocional diciembre 6/2025
Este fin de semana te invitamos a repasar los devocionales de la semana, en el capítulo 11 del evangelio de Marcos.
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