lunes, 31 de marzo de 2025

Devocional marzo 31/2025

 El amor de Dios

Recordemos la semana de pasión del Señor y lo que hizo esa noche previa a la crucifixión,  junto con la última cena; una de las más lindas expresiones de Su amor. Evidentemente, la encarnación primero, se hizo hombre, vino “Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que él cree no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16). Vino para ir a una Cruz y fue a esa Cruz a dar su vida por ti y por mi. Ahora tenemos que compartir ese amor con muchas personas. 

Juan capítulo 13, versículos 1,3,4,5 dice: “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. [3] sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, [4] se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. [5] Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.” Está hablando de esa época, de este contexto hermoso, el tiempo de la Pascua. Y el Señor fue crucificado el día de la Pascua. Entonces nos ubica en el tiempo.

Es algo muy interesante lo que dice: Que el Señor Jesús sabiendo que su hora había llegado para que pasara de este mundo al Padre, del tiempo a la eternidad, porque él regresaba a la eternidad, de donde había venido. Sigue diciendo que se levantó de la cena y se quitó su manto y tomando una toalla se la ciñó, luego puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a enjugarlos. Y sabemos que lo que hizo lo hacían los siervos en las casas: Llegaban las personas por los caminos polvorientos, andaban en sandalias, los pies estaban sucios. Y un acto de cortesía, de amabilidad y servicio, era lavar los pies de los invitados. Pero esto no lo hacía el dueño de casa, lo hacían los siervos, por eso a Pedro le extrañó, Pedro estaba confundido y los demás también. Esta acción de lavar los pies realmente estaba ilustrando algo más profundo que lavar los pies. Estaba ilustrando el servicio, la importancia de expresar el amor por medio del servicio. El Señor expresó Su amor por nosotros por medio del servicio. Debemos seguir su ejemplo.


Lee y Medita: Juan 13:1,3,4,5, 12-17. Responde las siguientes preguntas:


- ¿Cuál es la idea central del pasaje?

- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?

domingo, 30 de marzo de 2025

Sermón Marzo 30 de 2025


 https://www.youtube.com/live/076mGZXBRzI?si=IQXXYIeUbErvXQcg

Devocional marzo 30/2025

 Hoy es domingo, primer día de la semana, el día del Señor. Día para congregarnos y Celebrar al Señor.

Para tu devocional personal de hoy, te invitamos a repasar los seis de la semana, recordar, profundizar en el algunos y/o ponerte al día en los que no pudiste estudiar.

En el siguiente link los puedes abrir:


https://cenfolquitovalle.blogspot.com/?m=1



sábado, 29 de marzo de 2025

Devocional marzo 29/2025

 El señor Jesús es el enfoque de la multiplicación 


Juan 12:32: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Estas son palabras proféticas del Señor Jesus, que se cumplieron cuando Él fue levantado en la cruz para morir por la humanidad. Han pasado más de 2000 años y todos corremos hacia Él, porque sólo en Él hay salvación. Ahora necesitamos anunciar la buena nueva, anunciar ese hecho precioso: Que Él fue levantado para traer salvación, perdón de pecados y vida nueva para todos. Debemos cooperar con Su plan para que todos corran hacia Él, para que los que no lo conocen lo conozcan, para que los que están perdidos sean salvos, para que los que están apartados del Señor vengan a Él,  para que los que están muertos tengan vida en Cristo Jesús. 

Cuando proclamamos el evangelio estamos levantando a Jesús, exaltando su nombre, diciendo que Él es el Salvador y que sólo Él es la esperanza, que crean en Él y lo sigan. 

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, [6] el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, [7] sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; [8] y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. [9] Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, [10] para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; [11] y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:5-11 RVR1960. El Señor Jesús ha sido exaltado por el Padre, y nuestra tarea es exaltarlo por medio llevar el evangelio a toda persona que no lo conozca.


Lee y Medita: Filipenses 2:5-11. Responde las siguientes preguntas:


- ¿Cuál es la idea central del pasaje?

- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?

viernes, 28 de marzo de 2025

Devocional marzo 28/2025

 Cooperando con los propósitos de Dios


En nuestro devocional de ayer estudiamos sobre una maravillosa verdad bíblica: Es Dios quien da el crecimiento en Su obra. Esto dice en 1 Corintios 3:6: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” Y el versículo 9 dice: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.” Así que nosotros debemos plantar y regar, nosotros tenemos que cooperar con Él; nos da el privilegio, la bendición, la honra de cooperar con su obra. No somos dignos, no lo merecemos, es por su gracia que nos permite cooperar con Él.  Durante toda la historia Dios lo ha hecho así, ha hecho su obra desde el principio trabajando a través de personas. Adán y Eva en el huerto: Los puso ahí para que guardaran el jardín, les permitió que cooperaran con Él guardando el jardín. También a Noe lo envió a hacer una tarea: Construir un arca para salvar a la humanidad y que fuera posible un nuevo comienzo. Una vez más, una persona cooperando con los propósitos de Dios. Otro ejemplo fue Abraham: Fue llamado para cooperar con sus propósitos siendo el padre de una nación, y esa nación debía luego darlo a conocer a todas las naciones. Una vez más, una persona cooperando con el propósito y  con los planes del Señor. Recordemos a Jeremías, a Isaías, a Daniel, al rey David. Profetas, reyes, sacerdotes; personas cooperando con los propósitos de Dios. ¿Estamos cooperando con los propósitos de Dios? 


Lee y Medita: 1 Corintios 3:5-9. Responde las siguientes preguntas:


- ¿Cuál es la idea central del pasaje?

- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?


jueves, 27 de marzo de 2025

Devocional marzo 27/2025

“Oye, entiende, da fruto”


Venimos hablando de esta gran verdad: El crecimiento lo da Dios. Y lo da básicamente a través de su Palabra y a través del Espíritu Santo. 


Hemos oído y conocemos la hermosa parábola del sembrador. En Mateo 13:18-23 el Señor explica la parábola: “Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: [19] Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. [20] Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; [21] pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. [22] El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. [23] Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.”

Ahora, el versículo 23 habla de la persona que oye y entiende la Palabra del Señor. Lo que sucede entonces es que da fruto y produce  a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. Es decir, produce fruto para Dios de manera sorprendente, de manera sobrenatural; porque cien por uno equivale a diez mil por ciento.

Donde necesitamos trabajar es en los dos primeros pasos: “oye” y “entiende”. Si los hijos de Dios no solamente oímos su Palabra, sino que también la entendemos, entonces daremos fruto de manera sobrenatural y seremos altamente productivos para sus propósitos.


Así que necesitamos incrementar y fortalecer nuestros hábitos de lectura y estudio de la Palabra del Señor, para ser obreros más fructíferos y productivos.

En nuestra iglesia estamos implementando tres instancias para ayudarnos a lograrlo: El sermón de nuestra Celebración Dominical, la guía para interacción en los estudios de nuestras Células de Crecimiento y las guías para nuestros Devocionales diarios. Los tres van conectados desarrollando el mismo tema cada semana, ayudándonos a una mayor asimilación de lo aprendido, a profundizar un poco más, a recordar más para poner en práctica, como dice el Señor en Josué 1:8: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”


Lee y medita: Mateo 13:18-23

Responde las siguientes preguntas:

- ¿Cuál es la idea central del pasaje?:

- ¿Qué me enseña acerca de Dios y mi relación con Él?:

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?:

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?:

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?:

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?:

- ¿Hay advertencias que debo considerar?:


miércoles, 26 de marzo de 2025

Devocional marzo 26/2025

El crecimiento lo da Dios

Acerca de “multiplicar para el Reino”, necesitamos entender que el crecimiento lo da Dios. No debemos entonces preocuparnos por los obstáculos y dificultades. Dice en 1 Corintios 3:6: “Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.” Entonces familia, la mejor noticia de todo es que no se trata de una empresa humana. Cuando hablamos de multiplicación y crecimiento exponencial, puede sonar a multinivel, y hay muchos multiniveles. Y claro, ellos han tomado este concepto de lo que dice la biblia, no se lo invitaron ellos, es un diseño de Dios. Ese crecimiento exponencial es un diseño de Dios y no es para un negocio; es para la salvación de las almas. 

Entonces Dios da el crecimiento. ¿Quién es el que prepara los corazones? ¿Quién es el que libera los oprimidos? ¿Quién es el que sana a los enfermos? El Señor.

Y, ¿tú y yo qué tenemos que hacer? Pablo dice: “Yo planté, Apolos regó”. ¿Qué nos toca hacer a nosotros? Plantar y regar. No depende de ti ni de mí el crecimiento, pero sí podemos plantar y regar. Es lo que hacemos en la iglesia.


También dice en Isaías 55:10-11(NVI): “Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.” El Señor da el crecimiento por Su Palabra.


Lee y Medita: 1 Corintios 3:6; Isaías 55:10-11. Responde las siguientes preguntas:


- ¿Cuál es la idea central de los pasajes?

- ¿Qué me enseñan acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?

martes, 25 de marzo de 2025

Devocional marzo 25/2025

 “RESCATISTAS”


Ayer aprendimos que necesitamos multiplicar más que sumar, porque  Dios se preocupa por las multitudes, para él son importantes. Vamos a ver lo que dice Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Es un texto muy hermoso, muchos dicen que podría resumir toda la biblia, es un texto, un versículo central en la biblia, determinante, muy importante en la biblia. Desde el momento en que el ser humano cayó ahí en el huerto del Edén, el Señor reveló el plan de redención. Reveló que la simiente de la mujer heriría a la simiente de la serpiente y traería redención. Y vino todo el desarrollo de esta historia, llegó al momento de la ejecución en la Cruz de ese plan de redención, y entonces hoy por hoy estamos anunciando y proclamando esa buena noticia: ¡Hay redención para la humanidad! ¡Hay salvación para los perdidos! El Señor está buscando y salvando lo que se había perdido. Podemos ver en ese versículo las 2 instancias: multitudes e individuos. Sí, porque dice: “porque de tal manera amó Dios al mundo. Eso nos habla de multitudes, eso nos habla de 8.000 millones de personas. ¿Por qué Dios ama a las multitudes? ¿Por qué son importantes para Él? También dice Juan 3:16 “...para que todo aquel que en él cree, no se pierda…” Las multitudes son importantes para Él, porque cada individuo para él es importante. Y si Él quiere, y si queremos que cada individuo sea salvo, necesitamos impactar a las multitudes, necesitamos llegar a ser efectivos para alcanzar a las multitudes.


Cuando hay un desastre natural, entran en acción los rescatistas. Son personas entrenadas para ayudar a salvar a las personas en peligro. El plan de Dios es que cada persona rescatada, cada persona que nace de nuevo; se convierta en un rescatista. Hoy hay 6 billones de personas (multitudes) que aún no conocen al Señor, que están en este desastre natural global, que es real, que no es imaginario, llamado pecado, que está arruinando la vida temporal de 6.000 millones de personas. Pero lo más grave es que está en juego el destino eterno de esos 6.000 millones de personas que podrían morir eternamente. Para que eso no suceda, es necesario que los rescatados seamos rescatistas. Que les llevemos el mensaje de salvación, el evangelio a los perdidos.

Lee y Medita: Juan 3:16; 2 Pedro 3:9; Lucas 19:10; Mateo 9:13

Responde las siguientes preguntas:

- ¿Cuál es la idea central de los pasajes?

- ¿Qué me enseñan acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?

domingo, 23 de marzo de 2025

Sermón marzo 23 de 2025: "¿Sumas o Multiplicas?"


 

Devocional marzo 24/2025

 ¿Sumas o Multiplicas? 


Lucas 19: 41,42. Los evangelios nos relatan dos momentos muy especiales en la vida del Señor Jesús en las que Él lloró. Uno es en Lucas 19, y otro en Juan 11, cuando el Señor lloró frente a la tumba de su amigo Lázaro. El Señor, aunque sabía que Lázaro iba a resucitar, fue impactado profundamente y lloró. Fue un momento en el que se hizo evidente una gran verdad: Él ama entrañablemente a las personas, desde el más joven, hasta los más mayores, Él nos ama a todos. Somos importantes para Él, le preocupamos a Él.

En Lucas 19:41, 42 dice: "Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos." Usemos nuestra imaginación para ver la escena: La ciudad de Jerusalén (algunos la llaman "La ciudad de oro", porque el sol se refleja en sus fachadas de piedra y parecen de oro). El Señor miró la ciudad, venía llegando y cuando la vio lloró. Este fue un llanto especial, fue un "llanto de Dios". Dios hecho hombre estaba llorando por una ciudad, estaba llorando por las multitudes porque Él ama también a las multitudes.

En la obra del Señor podemos sumar o podemos multiplicar. Algunos creyentes (9 de cada 10), no hacen ni lo uno ni lo otro, ni suman ni multiplican. No están añadiendo al Reino. Algunos creyentes activos (1 de cada 10), están sumando o multiplicando. ¿Cuál de los tres somos? 


¿Son importantes para el Señor las multitudes? Sí. Lo sabemos porque Él les dedicó tiempo, porque atendió las multitudes, predicó a miles, sanó a miles, etc.

El Señor quiere sensibilizarnos frente a la necesidad de las multitudes y los individuos, de salvación, sanidad, liberación, etc.


Oremos por obreros para la mies, y seamos obreros para  la mies: "Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos." (Mateo 9:36-37)


Lee y Medita: Lucas 19:41,42; Mateo 9:36,37. Responde las siguientes preguntas:


- ¿Cuál es la idea central de los pasajes?

- ¿Qué me enseñan acerca de Dios y mi relación con Él?

- ¿Hay un mandato o promesa para mí?

- ¿Hay pecados que tengo que abandonar?

- ¿Qué compromisos me pide Dios hacer?

- ¿Hay ejemplos que debo seguir?








 



Devocional septiembre 22/2025

En nuestros sermones de ayer y la interacción de las Células de Crecimiento de esta semana, profundizamos el pasaje que leímos y meditamos e...